Estados de la materia

La materia se nos presenta en tres estados físicos diferentes: sólido, líquido y gaseoso.

Propiedades de los sólidos:

Las partículas que forman un sólido están unidas entre sí por fuerzas muy intensas, motivo por el cual resulta complicado separarlas; por ello los sólidos tienen una forma bien definida. Algunas propiedades de los sólidos se deben a su forma y a la fuerza. Estas propiedades son:

•  La dureza, o dificultad para rayar el cuerpo.
  
• La fragilidad, o tendencia de un sólido a romperse sin deformarse.
• La ductilidad o facilidad que ofrece un sólido a extenderse formando hilos
• La maleabilidad, o capacidad que presenta un sólido para extenderse en forma de láminas.
• La elasticidad, o tendencia de un sólido a recuperar su forma original tras ser sometido a una fuerza.
• La flexibilidad, o facilidad de un sólido a doblarse sin romperse.
• La resistencia, o capacidad de un sólido para soportar pesos sin romperse.

Propiedades de los líquidos:

El estado liquido de la materia no contienen forma propia, sino que adoptan la forma del recipiente que los contiene.

Sus propiedades son la viscosidad y la volatilidad. Decimos que un líquido es viscoso cuando fluye muy lentamente, como la miel o el aceite, que son más viscosos que el agua. Y es volátil cuando se evapora con facilidad.

Propiedades de los gases:

Las partículas que forman los gases están unidas por fuerzas muy débiles. Gracias a esto, los gases carecen de forma y volumen propios, adoptan la forma y tienden a ocupar todo el volumen del recipiente que los contiene.

Plasma:

Se denomina plasma al cuarto estado de agregación de la materia, un estado fluido similar al estado gaseoso pero en el que determinada proporción de sus partículas están cargadas eléctricamente y no

poseen equilibrio electromagnético, por eso son buenos conductores eléctricos y sus partículas responden fuertemente a las interacciones electromagnéticas de largo alcance.

El plasma presenta características propias que no se dan en los sólidos, líquidos o gases, por lo que es considerado otro estado de agregación de la materia. Como el gas, el plasma no tiene una forma definida o un volumen definido, a no ser que esté encerrado en un contenedor; pero a diferencia del gas en el que no existen efectos colectivos importantes, el plasma bajo la influencia de un campo magnético puede formar estructuras como filamentos, rayos y capas dobles.