La temperatura de
los seres vivos no depende solo de la temperatura ambiente, y hay otros
factores actuando. El balance de
calor y radiación expresa los intercambios de energía y calor de un
organismo con el medio. Por ejemplo, una hoja está sometida a muchos flujos de
intercambio: del sol recibe radiación de onda corta, radiación visible y
radiación de onda larga. Además, tanto la atmósfera como los cuerpos cercanos
emiten radiación infrarroja. La mayor parte de esta radiación acaba
transformándose en calor y como consecuencia la hoja adquiere una determinada
temperatura y también emite radiación infrarroja.
Cuando se establece
una diferencia de temperatura entre la hoja y la atmósfera, estas diferencias
tienden a anularse a causa de otras transferencias de calor:
- Calor sensible: la hoja lo intercambia por contacto directo con las moléculas de aire y las moléculas de su superficie.
- Calor latente: va asociado a los cambios de temperatura del agua: se intercambia por evaporación y condensación.
- Calor sensible: la hoja lo intercambia por contacto directo con las moléculas de aire y las moléculas de su superficie.
- Calor latente: va asociado a los cambios de temperatura del agua: se intercambia por evaporación y condensación.
Efectos de la temperatura sobre los seres vivos:
Todos los organismos tienen una temperatura óptima en la que pueden llevar a cabo todas sus actividades. La temperatura de torpeza es aquella en la que la actividad del organismo en cuestión se resiente. La temperatura efectiva es aquella en la que todavía es capaz de desarrollar su actividad para completar el ciclo de vida. Y la temperatura letal es aquella que provoca la muerte del organismo. Por la amplitud de esta curva de tolerancia a los cambios en la temperatura interna, los seres vivos se clasifican en euritermos (más amplitud) y estenotermos (menor rango de tolerancia).
Todos los organismos tienen una temperatura óptima en la que pueden llevar a cabo todas sus actividades. La temperatura de torpeza es aquella en la que la actividad del organismo en cuestión se resiente. La temperatura efectiva es aquella en la que todavía es capaz de desarrollar su actividad para completar el ciclo de vida. Y la temperatura letal es aquella que provoca la muerte del organismo. Por la amplitud de esta curva de tolerancia a los cambios en la temperatura interna, los seres vivos se clasifican en euritermos (más amplitud) y estenotermos (menor rango de tolerancia).
Efectos letales de la temperatura:
A. Los descensos de temperatura pueden
producir la muerte, sobre todo cuando esta se sitúa por
debajo del punto de
congelación del agua: se producen cristales de hielo en el organismo, por lo
que desciende el agua disponible y el ser vivo muere por desecación. Además,
los cristales de hielo también pueden ejercer un efecto mecánico sobre los
tejidos y romperlos.
Adaptaciones para sobrevivir a las bajas temperaturas:
– Resistencia a la desecación: pierden el agua de los tejidos, así esta no se congela. Esto sucede en esporas de resistencia y en las larvas de algunos insectos.
- Reducción del punto de congelación del agua o efecto crioscópico. Muchos insectos, por ejemplo, aumentan las concentraciones de glicerina en sus líquidos internos cuando llega la época de frío.
Adaptaciones para sobrevivir a las bajas temperaturas:
– Resistencia a la desecación: pierden el agua de los tejidos, así esta no se congela. Esto sucede en esporas de resistencia y en las larvas de algunos insectos.
- Reducción del punto de congelación del agua o efecto crioscópico. Muchos insectos, por ejemplo, aumentan las concentraciones de glicerina en sus líquidos internos cuando llega la época de frío.
B. Los aumentos de temperatura tienen un
efecto directo sobre el funcionamiento de las proteínas, ya que las enzimas se
desnaturalizan a determinadas temperaturas. Y, de forma indirecta, el aumento
de temperatura produce la pérdida de agua por transpiración. En medios acuáticos,
además, baja la concentración del oxígeno disuelto en ella.
Relaciones entre
el tamaño corporal y
la temperatura:
Los animales varían de tamaño según estas reglas térmicas:
Los animales varían de tamaño según estas reglas térmicas:
- Regla de Jordan: cuando se cría un pez en condiciones experimentales, el número de vértebras del adulto depende de la temperatura y es tanto menor cuanto mayor sea la temperatura a la que se ha criado al pez.
- Regla de Bergmann: para un determinado grupo taxonómico de organismos homeotermos, las formas de mayor tamaño estarán siempre en los climas más fríos. Esto se debe a que los individuos de mayor tamaño tienen menor proporción superficie/volumen y por lo tanto se pierde menos calor, ya que las pérdidas de calor son proporcionales a la superficie.
Efecto de la
temperatura sobre las áreas de
distribución de los organismos:
El área de distribución de muchas especies depende de la temperatura. A veces
esta relación es difícil de observar, porque a veces no depende de la
temperatura media sino de una temperatura concreta en una época determinada del
año. Por ejemplo, la distribución del acebo (Ilex aquifolium) en Europa
está limitada a zonas en las que las temperaturas máximas diarias sean siempre
superiores a cero grados. La planta Rubia peregrina se
encuentra en zonas en las que la temperatura media del mes de enero sea
superior a 4,5 grados, ya que en esa época forman yemas que mueren por debajo
de esa temperatura.
Generalmente, las especies animales bajan más en latitud en Europa que en América, ya que, para una misma latitud, las temperaturas promedio son más altas en Europa.
Generalmente, las especies animales bajan más en latitud en Europa que en América, ya que, para una misma latitud, las temperaturas promedio son más altas en Europa.
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